PARAPENTE
Cómo aprender a volar en parapente
La mayoría de la gente piensa que este deporte está fuera de su alcance y ni siquiera se plantea que aprender a volar en parapente sea una posibilidad real.
Al ser considerado como un deporte de alto riesgo, muchos nos consideramos incapaces de aprender. Pero nada más lejos, si te lo propones y te dejas guiar, acompañado y supervisado por profesionales, puedes aprender a volar en parapente, de forma sencilla y en tan solo unos días.
¡Te aseguro que lo disfrutarás mucho!
Aprender a volar en parapente es para tod@s, sin excusas.
Antes de entrar a explicar cómo aprender a volar en parapente, me gustaría analizar algunas de las excusas que nos auto-ponemos, a nosotros mismos, para descartar la práctica de este deporte.
La primera excusa: La capacidad física, un error muy común, ¡no hace falta ser un gran atleta para aprender a volar en parapente! Es recomendable tener un mínimo de condición física, sobre todo al principio. Porque aprender en el suelo con una trapo de tela de muchos metros atado a nuestro cuerpo, requiere tener un poco de fuerza y coordinación.
Los primeros días, nos cansaremos y acabaremos agotados. Pero una vez tengamos dominada la técnica, con cierta destreza, el esfuerzo será mínimo. No es cuestión de gordo, delgado, fuerte, flojo, mayor, joven, chico o chica…
¡Es cuestión de poner atención y dejarse llevar!
Otra excusa que nos ponemos a la hora de aprender a volar en parapente es el miedo. Los humanos somos miedosos por naturaleza, es nuestra condición, tenemos miedo a lo desconocido.
Evidentemente no somos pájaros, por lo que esto de volar nos debe parecer una locura, algo peligroso y temerario, o eso escuchamos decir a la gente. Pero lo mejor, para superar esta excusa, es conocer aquello a lo que tenemos miedo.
Os invito a que probéis una sesión de aprendizaje en suelo. Aquí la cuestión no es volar, sino conseguir dominar el parapente manteniendo los pies en el suelo. Estoy segura que lo disfrutareis muchísimo y este será el primer paso para vencer al miedo.
Con nuestra actividad “Descubre el parapente” podréis practicar durante 4 horas y
¡Ya tendrás las bases, para poder empezar a aprender a volar en parapente!.
Por último y muy importante para todos, es el tema económico. Antes de empezar, muchos os ponéis a pensar en cuando costará hacer el curso y adquirir un equipo completo y nuevo. Entonces nos asustamos, al comprobar que el desembolso inicial es alto. Pero os voy a explicar otra manera de verlo:
Imaginaos que vamos a practicar hípica, cuando comienzas el curso no te compras un caballo y lo mantienes en una cuadra. Si no que te apuntas a clases y aprendes a montar primero. Con el parapente ocurre lo mismo. Primero empezamos con el curso y después, nos planteamos comprar un equipo para seguir volando (que no siempre tiene que ser nuevo)
Es cierto que el desembolso inicial es alto, pero solo se hace una vez. Si seguimos volando, alcanzaremos más nivel y querremos un equipo con más prestaciones. Este será el momento de cambiar. Vender nuestro equipo (ya viejo) y recuperar gran parte de la inversión inicial.
Desde Dparapente, estudiamos la situación personal de cada alumno. Cuando acabáis el curso, os ofrecemos el mejor equipo, adaptado a vuestro nivel de vuelo y nivel adquisitivo, sin compromisos.
También hay que tener en cuenta, que una vez tengamos nuestro equipo, el único gasto que conlleva la práctica de este deporte, es el desplazamiento a la zona de vuelo ¡y las cervecitas que nos tomamos después de volar!
¡Déjate de excusas, no es más caro que comprarse una buena bici e ir añadiendo complementos a esta, solo que en bici vas rodando y aquí vamos VOLANDO!
Aclarados estos puntos, ¿cómo podemos aprender a volar en parapente?
¿Cómo aprender a volar en parapente?
Campa, campa y más campa
Como cualquier otro deporte, se necesita práctica para aprender a dominarlo, pero… Aquí llega la pregunta del millón ¿podemos coger un parapente y lanzarnos montaña abajo?
Antes de contestar a esta pregunta te diré: Lo primero que hacemos en un curso de parapente y tras escuchar y asimilar unos conceptos teóricos básicos, es empezar a usar el parapente en el suelo. Sin viento, como si fuese una cometa muy grande a la que hay que darle velocidad corriendo.
Una vez tenemos dominado este ejercicio y podemos controlar el parapente sobre nuestra cabeza, pasaremos al siguiente nivel. Que consiste en aprender a manejar el parapente con un poco más de viento.
¡Que agradecido es practicar con viento! Ya no hay que correr o al menos hay que hacer menos fuerza para levantar nuestra vela. ¡Es mucho más sencillo mantener el parapente sobre nuestra cabeza!
¡OJO! No queramos avanzar demasiado rápido, un poco de viento no es un huracán. El parapente es muy sensible al viento y si tenemos dificultad para manejarlo, puede arrastrarnos por todo el campo. Por ello, es muy importante ser conscientes de nuestro nivel.
Los primeros días de campa (practicando en el suelo), debemos estar supervisados por nuestro instructor. Que nos enseñará cual es la intensidad óptima de viento con la que podemos practicar. ¡Si el viento es excesivo, mejor ir a tomar algo al bar y charlar con los amigos!
¡A por los vuelos de pollo! ¡Campa, campa y a despegar!
Una vez dominamos el tema de la campa con el parapente pasamos al siguiente nivel: practicar despegues y aterrizajes ¿Nos tiramos ya de la montaña?
¡CAAAAAAAASI! Ahora toca practicar en una pequeña laderita, lo que aprendimos en el nivel anterior. Levantar la vela, controlarla sobre nuestra cabeza y correr ladera abajo. De esta forma, conseguiremos planear durante unos segundos, despegando ¡por fin! los pies del suelo. ¡Pero no te sientes, ni te pongas cómodo! ¡Que pronto, tocamos de nuevo el suelo con los pies!
Si echáis un ojo a “Zonas para hacer campa con parapente en Madrid” podéis ver cuál de ellas está más cerca de vuestra ubicación, para practicar.
Ya estamos listos, ¡A volar en parapente!
Si dominas el control en la campa, y conoces la técnica para despegar y aterrizar. ¡Ya estás listo para dar tu primer vuelo guiado en parapente!
La zona de vuelo dependerá de la previsión meteorológica y de la orientación del viento. Pero lo habitual es una zona con un despegue fácil y un campo de aterrizaje amplio. Todo el vuelo estarás guiado por dos instructores, uno que estará en el despegue y otro en el aterrizaje.
Tu única misión en esta fase, será seguir las instrucciones que oigas por la emisora al 100%. Tras el despegue, quedarás impactado de la sensación que estas viviendo:
TÚ SOLO VOLANDO EN PARAPENTE
Es entonces cuando entenderás que el tiempo se pasa volando, sobre todo, cuando vuelas de verdad. Y de nuevo, estarás en el suelo, recién aterrizado, con la mirada en la montaña, deseando volver a volar.
Si esta sensación te envenena, entenderás que el parapente no es un deporte cualquiera, es un estilo de vida ¡A disfrutar!
¿Te hemos convencido? Mira lo fácil que es aprender a volar en parapente con nuestros cursos de DParapente.